La Habana, Cuba. – Reconocido como pionero de la homeopatía en la Isla, el médico santiaguero José Joaquín Navarro Villar introdujo 2 de los 20 medicamentos de ese tipo propios del país: la Comocladia dentata o guao y la Tarentula Cubensis o araña peluda de Cuba.
La Comocladia dentata se indica en eczemas, herpes, lepra, inflamaciones malignas de la piel, úlceras, herpes zóster y afecciones de ojos, oídos y mamas; y la Tarentula Cubensis en el tratamiento de carbunco, fiebres intermitentes, forúnculos y ántrax con tendencia maligna.
Nacido el 15 de marzo de 1836, de José Joaquín Navarro Villar es el Manual popular de medicina homeopática, considerado el mejor texto de homeopatía en Cuba durante el siglo XIX.
A nivel mundial existen más de 3 mil remedios de este tipo, entre los que se incluyen los cubanos de la serie de AliviHo y los Prevengo.
Preservar los restos de Céspedes
Médico y patriota fue el santiaguero José Joaquín Navarro Villar, quien consecuente con sus ideas separatistas, apoyó a Carlos Manuel de Céspedes desde el Grito de Yara de 1868.
Acto que lo inscribe en la historia revolucionaria es que, junto a Calixto Acosta Nariño, Luis Yero Buduen, José Navarro Villar, el celador del campo santo José Caridad Díaz, y el sepulturero Prudencio Ramírez Lencho, hizo juramento de preservar los restos del Padre de la Patria, enterrados a su muerte en una fosa común.
Cinco años después, esos hombres inhumaron los restos, iniciando el camino para que Céspedes reposara definitivamente en un panteón del cementerio santiaguero de Santa Ifigenia.
El médico homeópata, ensayista y patriota cubano José Joaquín Navarro Villar, falleció en su ciudad natal el 18 de diciembre de 1886.