La Habana, Cuba. Para los trabajadores, en su mayoría mujeres, del Centro Nacional de Genética Médica, en La Habana, fue un desafío comenzar a procesar muestras para detectar la COVID-19, pues allí no se realiza el diagnóstico de enfermedades infecciosas. 

La Jefa del Departamento de Atención Médica de la institución, Beatriz Suárez, refiere que a partir de la situación epidemiológica en el país, el centro, sin dejar su actividad docente, investigativa y asistencial, adecuó algunos locales diseñados para efectuar estudios genéticos, y los convirtió en un laboratorio para el diagnóstico del contagioso virus.

Destacó quecumpliendo los protocolos de bioseguridadtrabajan intensamente especialistas y técnicos en cuatro grupos por 24 horas, que tienen la misión de procesar 200 muestras diarias, que es la capacidad de la pequeña máquina de PCR con la que cuentan.

Joven y valiente mujer

Marisleyvis García Heredia, lleva diez años trabajando en el Laboratorio de Biología Molecular, del Centro Nacional de Genética Médica.

La técnica en Química Industrial nunca había tenido la experiencia de procesar muestras virales, por lo cual, afirma, es un gran reto hacer el diagnóstico de la COVID-19, importante tarea que la institución también asume en un acondicionado laboratorio.

La joven de 24 años agradece el entrenamiento para afrontar la misión dado por expertos del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí y el Hospital Hermanos Ameijeiras.

Ella integró el equipo que procesó las primeras 200 muestras llegadas al Centro Nacional de Genética Médica.

Fue una intensa jornada de muchos nervios, pero trabajamos unidos, con disciplina y responsabilidad, enfatiza y asegura sentirse orgullosa de poder colaborar en el enfrentamiento a la COVID-19.

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