La Habana, Cuba. – La visita a La Habana este fin de semana del canciller francés, Jean Yves Le Drian reafirmó el mutuo interés por desarrollar los lazos bilaterales.

En los últimos años, Francia se ha convertido en un importante socio para Cuba, sobre todo por el liderazgo de París en el normal curso de nuestros vínculos con la Unión Europea y la liquidación de la infame Posición Común.

Hay que recordar que en mayo del 2015, el entonces presidente francés, François Hollande, fue el primer mandatario europeo en viajar a Cuba tras el anuncio del restablecimiento de vínculos entre La Habana y Washington.

En febrero del año siguiente, Raúl Castro estuvo en París y se ensanchó la puerta ya abierta para la renegociación de nuestra deuda. Lo económico afianzó una relación que ha crecido mucho en los últimos tiempos.

Franceses en Cuba

La empresa licorera Pernod Ricard fue de las primeras entidades francesas que descubrió las potencialidades del vínculo con Cuba.

Veinticinco años después, Havana Club International es una exitosa asociación mixta con ventas millonarias en casi todo el planeta.

Hace un año, la Agencia Francesa de Desarrollo, que desde 2016 tiene oficina en La Habana, otorgó un crédito de 25 millones de euros para impulsar la ganadería en el centro y oriente del país.

Ahora, la Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses y la Unión de Ferrocarriles de Cuba anunciaron un proyecto para modernizar la red ferroviaria cubana con una inversión de 40 millones de euros. Por eso, más allá de la visita del canciller galo, hay evidencias de que La Habana y París están más cerca.