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Raúl y Hollande - 2016La Habana, Cuba. – La visita de Estado del presidente cubano, Raúl Castro, a Francia, donde fue recibido con honores especiales, constituyó un importante avance en las relaciones bilaterales y, por extensión, con la Unión Europea.

En términos económicos, significó un espaldarazo a los vínculos entre los dos estados con la confirmación de la cancelación de la deuda cubana y la creación de un millonario fondo que servirá para desarrollar inversiones en nuestro país.

El turismo, la salud, el transporte y la agricultura, entre otros sectores, aparecen entre los posibles beneficiados con los acuerdos rubricados en Palacio del Elíseo.

En lo político, la presencia de Raúl Castro en Francia sirvió para ratificar el rechazo al bloqueo, ayudar a eliminar obstáculos en los lazos con la Unión Europea y reconocer el papel de Cuba en la región de América Latina y el Caribe.

  Mirando al nuevo mundo

“Cuba es respetada y escuchada en toda América Latina”, decía esta semana el presidente francés Francois Hollande al señalar el interés de París hacia nuestra región.

La Habana parece ser la plataforma escogida por Francia para acercarse a Latinoamérica, una intención que ya había sido enunciado por el propio Hollande durante su visita a Cuba en mayo pasado.

La diplomacia francesa tiene particular interés por la paz en Colombia, asunto en el que ya se sabe que la Isla ha desempeñado un papel fundamental con sabiduría.

También Haití, que tiene lazos históricos con París, aparece como otro punto de interés común a partir de la cooperación, sobre todo en salud, que mantiene nuestro país en la vecina nación.

Esas son áreas que indican que la visita de Raúl a Francia abrió un nuevo capítulo en el acercamiento entre La Habana y París.