La Habana, Cuba. – Parece que en la Casa Blanca nadie se ha acercado a la Historia de Cuba. Por eso es que escogieron un muy mal día para anunciar nuevas medidas contra nuestro país y en adición al bigotudo Jhon Bolton se le ocurrió reunirse en Miami nada menos que con los mercenarios derrotados en Girón. ¡Qué papelazo!

Todo ocurrió justo el día en que se celebraron 58 años del inicio de una invasión, que no se le olvide a nadie, organizada, planificada y financiada por Estados Unidos. Y que además fue derrotada en 72 horas, vaya que casi duró lo que un merengue en la puerta de una escuela.

Girón radicalizó el proceso revolucionario y afianzó el rumbo socialista escogido por un pueblo que se la jugó a sangre y fuego. Por eso, resulta casi risible que vengan ahora a amenazarnos con nuevas medidas, después de no lograr sus objetivos por las armas.

Al descubierto

Desde 1959  a la fecha, nunca antes, Estados Unidos había enseñado con tanto desparpajo sus reales propósitos hacia Cuba.

El alto nivel de hostilidad de la Administración Trump está asociado a los intereses de la alta burguesía batistiana, afectada por una Revolución dedicada a la independencia nacional y la justicia social. Esos mismos burgueses fueron quienes alentaron, y algunos hasta participaron, en la invasión de Girón, pero a todos los cambiamos por compotas después de derrotarlos.

Por cierto, Estados Unidos nunca cumplió con ese acuerdo y aún nos deben toneladas de alimento infantil.

Ciertamente, las nuevas medidas nos complicarán un poco más la vida, pero, como escribió Silvio Rodríguez y cantaba Sara González, nadie se va morir, menos ahora.

Recuerden que todo terminó cuando el Houston se hundió a cañonazos.