Foto: Raysa Mestril Gutiérrez

Yordanis Rey Quirós heredó el cetro de sus abuelos y bisabuelos, su castillo está en construcción pero confía, junto a la familia, en poder seguir expandiendo su reinado a base de recetas, secretos de familia y el sudor de todos en casa.

Así surgen, poco a poco, las Bodegas del Rey: una minindustria que desde hace 8 años se dedica a la producción de vinos tinto, dulce, secos, y espumosos y ahora tienen la mirada en llegar a Europa con sus producciones, es la meta.

De la tradición comenta que en las casas cubanas muchos tienen un botellón para hacer un vino, un aliñao, sobre todo para una fecha festiva importante para la familia, eso pasaba en la mía también, recuerda y agrega que fue idea suya, que es la tercera generación, pues sus bisabuelos la trajeron de España y el abuelo trabajó en un alambique y en la casa existían parras de uvas con la que se hacía vino.

Yordanis, el vinatero camagüeyano precisa que comenzaron en la misma casa, pero ya los niveles productivos son tales que se hizo necesario arrendar un local y son patrocinados por la Empresa Agropecuaria camagüeyana y pertenecen al programa de la Agricultura Suburbana.

Sobre su hacer dice que en el país no hay una tradición vinícola, son muy pocos quienes apuestan por eso, sin embargo, agrega, es tremendo paso que existan este tipo de industrias y ahora están trabajando para que se reconozca a los vinos y vinagres como un rubro exportable.

Para poder llevar una producción a que cumpla con los estándares de calidad que se exigen es necesario cumplir una serie de requisitos sanitarios, de inocuidad de los alimentos, el flujo productivo hacia adelante, en los que influyen mucho las condiciones del local de producción y en eso están trabajando.

Las Bodegas del Rey están propuestas a la condición de buenas prácticas de manufactura que entrega el Ministerio de la Industria Alimentaria, precisa Yordanis , el vinatero camagüeyano.

Normalmente trabajan en ella 5 personas que son familia, pero cuando hay picos productivos subcontratan a la gente del barrio y ya de paso resuelven otro problema al generar empleos.

Hoy están adecuando las naves, dándoles condiciones de bodega y con todo lo que se exige internacionalmente para exportar productos alimenticios y ya cuentan con proyectos en fase inicial con varias empresas exportadoras del sistema de la agricultura, para empezar la comercialización en frontera como un primer paso.

Hay interesados a nivel internacional en los productos, quienes se han acercado en las ferias que han presentado los vinos que producen, como el vino vermut, que les ha interesado a Españoles e Italianos y los vinagres de las Bodegas del Rey en Camagüey, también han sido reconocidos por los chef internacionales que lo han probado.

A pesar de que no hay las variedades ni las cantidades de uvas necesarias por el clima, comenta su dueño, buscan alternativas con las nacionales y agrega, el extranjero cuando viene a Cuba, busca lo autóctono, lo que se produce en el país y si ese producto es manufacturado mejor aún.

Las Bodegas del Rey en Camagüey, es un negocio familiar, con sus recetas que muchas son un secreto de familia, dice su promotor, el vinatero Yordanis y agrega, el país se va proyectando a este tipo de economía que permite diversificar las producciones, falta mucho por avanzar, creo que fuera mejor, apunta, si tuviéramos personalidad jurídica y pudiéramos negociar con empresas, con hoteles, directamente, es algo que viene, solo hay que esperar.

Sobre la continuidad de la bodega, afirma que es fuerte, porque es una tradición que trata de inculcar a los que vienen detrás, a la hora de catar, toda la familia lo hace y da su criterio.

El amor por el vino viene en la sangre y une a la familia, porque, reafirmó, estás haciendo algo que te gusta, aportando a la economía familiar y además rodeado de la gente que quieres, nada mejor se puede pedir.