Con total libertad, en un gigantesco ejercicio de democracia, hombres y mujeres de todos los sectores de la sociedad emitieron sus criterios sobre el Proyecto de Constitución de la República, que hoy es Carta Magna aprobada y ha de ratificarse por los cubanos el 24 de febrero.

Entre ellos estuvieron también los más jóvenes, esos que no habían nacido en 1976 cuando se promulgó el texto constitucional vigente, y vivieron recientemente la maravillosa experiencia de ser parte, aportar y participar en la construcción de la más importante ley de un país.

Es una Carta Magna redactada por todos los cubanos, defendiendo los intereses del pueblo humilde, afirmaba a Radio Reloj el joven universitario Yoel Martínez.

Y es que él y la juventud cubana saben que en esta Isla, como en ninguna otra nación del mundo, presente y futuro son fruto de la construcción colectiva.

Fruto de la construcción colectiva

De labios jóvenes emergieron contundentes y sabias intervenciones, propuestas de modificaciones, adición o supresión al Proyecto de Constitución de la República.

No centraron ellos su decir en un solo artículo; hablaron de las nuevas formas de propiedad; de derechos, deberes y garantías; de los cambios en la estructura del Estado; de cuánta significación tiene la gratuidad de los servicios de Salud y Educación.

Análisis que, no porque jóvenes, carecieron de valor. Reflexiones que enriquecieron lo que hoy es la Carta Magna de todos, y ratifican el camino que escogimos soberanamente.

Sobrados argumentos entonces para votar SÍ el próximo 24 de febrero y seguir construyendo una nación socialista, próspera y sostenible, porque como dijo Fidel: esta Revolución es la Revolución de nuestro pueblo; es la Revolución de nuestros jóvenes.

Etiquetas: - -