La Habana, Cuba. – Otro de los narradores orales cubanos en esta Primavera de Cuentos es Pedro Mario López, licenciado en Historia del Arte, doctor en Educación y docente universitario desde 1997.

Hoy nos propone un texto de su autoría: Sentirse fundido.

Él se sintió fundido, fundido con las sombras, ahogado por aquellas enormes ganas de gritar “hágase la luz”, con la esperanza de que la luz obediente se hiciera, pero no lo hizo, porque más que la oscuridad lo aterraba la idea de estar muerto; viviendo una muerte repentina y maltrecha que lo había arrebatado de su cama y lanzado a aquel túnel congestionado y oscuro donde la luz era una promesa lejana que se avizoraba al final de lo que parecía un largo camino.

En ese momento, más que la oscuridad, lo espantaba la idea de haberse muerto de una manera tan sosa; Él, que siempre había anhelado una muerte digna de un “The end” de película.

Sentirse fundido

Él anhelaba una muerte que sin esfuerzos trajera a primer plano las lágrimas esquivas de sus allegados. Su confusión se fue tornando en ira, en desolación, en angustia.

Nunca había temido a la muerte, incluso en más de una ocasión la había tentado de muchas formas distintas.

En ninguno de sus cálculos estaba que la muerte le arrancara lo que le quedaba de vida de una manera tan raposa y artera por eso decidió resistirse, oponerse, no avanzar, no seguir la ruta resignada que el tropel de sombras emprendía rumbo a la luz cenital y lejana.

Se quedaría allí hasta que la muerte le diera una oportunidad de volver, no para quedarse; él solo necesitaba 5 minutos; 5 minutos para volver a la vida y morirse como le diera la gana.

Ha sido un cuento del narrador oral cubano Pedro Mario López para el Festival Internacional Primavera de Cuentos que acontecerá del 18 al 20 venideros.