La Habana, Cuba. – Cuentero por circunstancias genéticas y poeta por necesidad del espíritu, el colombiano Jota Villaza encarna al típico narrador popular de su país.

En esta Primavera de Cuentos nos propone el texto titulado Rosita, de su inspiración.

Allá en mi pueblo, en Papayal, cuando yo era niño, la niña más linda del pueblo se llamaba Rosa María del Carmen de Santo Tomás de Tolentino de los Ángeles de todos los Santos y otras yerbas amargas.

Es que en los pueblos les ponen unos nombres a los niños…y claro!, nosotros no nos íbamos a aprender todos esos nombres, así que le decíamos Rosita, a secas, menos un pelaíto de la escuela que siempre le decía Clavel.

Cuando ella le preguntó por qué le decía Clavel y no Rosita o Rosa como era su nombre él, muy achantao se puso rojo, agachó la mirada y cobrando fuerzas para mirarla a los ojos, le dijo: Rosita, yo le digo Clavel porque usted para mí no tiene espinas.