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Por: Joel García

La ciudad de México albergó el segundo encuentro de la familia deportiva en los Juegos Panamericanos, para el cual se inscribieron 22 países en marzo de 1955.

Como actuaciones de talla mundial, sobresalieron los dos récords mundiales del triplista brasileño Adhemar Ferreira da Silva y el del estadounidense Louis Jones en la vuelta al óvalo.

La poderosa delegación estadounidense se agenció el primer lugar de la tabla de medallas, basado sobre todo en los desempeños de la natación, levantamiento de pesas, tiro, gimnasia, esgrima, baloncesto, voleibol y nado sincronizado, estos dos últimos por vez primera en citas continentales para llegar a 17 disciplinas en el programa.

Argentina con otra buena faena y México, aprovechando la localía, secundaron a Estados Unidos en el medallero final.

Berta Díaz, lo mejor por Cuba

A los segundos Juegos Panamericanos, Cuba llegó una delegación de 62 deportistas, con la aspiración de retener o superar el tercer puesto de la edición inaugural.

Sin embargo, el saldo final dejó mucho que desear, con la única campeona en la velocista Bertha Díaz, ganadora de los 60 metros planos y una histórica presea de plata en los 80 metros con vallas.

A pesar de esta buena labor, la disciplina más sobresaliente de Cuba volvió a ser la gimnasia artística, donde los nuestros sacaron 10 metales, 7 de ellos de plata y 3 de bronce. También tributaron medallas la natación, el levantamiento de pesas y la lucha libre.

Sería esta edición la última sin respaldo masivo del Gobierno. Nuevas luces se abrirían a partir de la tercera versión de estos Juegos Panamericanos, con el triunfo revolucionario del Primero de Enero.