La Habana, Cuba. – Con el lema «Dar prioridad a la lactancia materna: crear sistemas de apoyo sostenibles» se desarrolla este año, del primero al siete de agosto, la Semana Mundial de la Lactancia Materna.
Se reconoce así que el gesto de brindar el pecho maternal al bebé ha de implicar no solo un compromiso individual de la madre, sino también trascender a un reto de todos.
La jornada promueve derechos esenciales, como la licencia remunerada durante un mínimo de 18 semanas, preferiblemente más de seis meses, y luego espacios en el lugar de trabajo para que continúe la nutrición materna de su hijo.
El diseño de esas estrategias constituye una herramienta para que las madres lacten todo el tiempo que lo deseen, y se erige en defensa de esos más de 500 millones de féminas trabajadoras que en el mundo carecen de protección básica en materia de maternidad.
Por sus vitales implicaciones
Al pronunciarse este año por la promoción de sistemas de apoyo sólidos y sostenibles, la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que concluye este siete de agosto, ha reconocido una vez más los beneficios que aporta esa práctica para la supervivencia y el pleno bienestar de la niñez, con repercusiones positivas a lo largo de la vida.
La leche materna funciona como barrera contra muchas enfermedades a las que es susceptible la primera infancia, garantizando su salud.
Es un alimento que cuenta con los nutrientes necesarios para lograr un crecimiento y desarrollo adecuados, en tanto su calidad y cantidad justas logran fácil digestión y absorción de parte del bebé, además de fortalecer el vínculo madre-hijo.
De ahí la promoción y apoyo para que desde los ámbitos laborales se faciliten a las mujeres amamantar y trabajar.