La Habana, Cuba. – Solo, sin recursos económicos y enfermo, Álvaro Reynoso Valdés falleció en su casa de Calzada de Buenos Aires, en el Cerro, el 11 de agosto de 1888.

El sabio cubano fue el fundador de una visión científica de la agricultura cubana y perfeccionó un método de cultivo de caña cuyos principios estuvieron arraigados en la ciencia; su obra excedió los 300 trabajos.

Hombre que dio gloria a su patria, la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid y la Real Academia de Historia de España, le hicieron miembro correspondiente; en París, por sus investigaciones fue el primer cubano laureado por la Academia de Ciencias.

Álvaro Reynoso, eminente en el saber de la Agronomía y la Química, está inscrito como un genio en la Europa del siglo XIX; en Cuba se le considera el Padre de la agricultura científica.

Cultivo de la caña

La obra cumbre de Álvaro Reynoso Valdés es el Ensayo sobre el cultivo de la caña de azúcar, traducido al francés, holandés, inglés y portugués; en tanto, los plantadores de Java emplearon su método y en Inglaterra se construyó un arado para aplicar el sistema.

La primera edición apareció en La Habana en 1862 y en ella se exponen la problemática de ese renglón de la economía, un método perfeccionado del cultivo y sugerencias para mejorar la actividad.

Nacido en Alquízar, otrora municipio habanero, el Doctor en Ciencias Álvaro Reynoso fue director del Instituto de Investigaciones Químicas de La Habana y lo convirtió en una de las mejores estaciones agronómicas del mundo.

El sabio, fundador de las academias de Ciencias de Cuba y de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, investigó también sobre cultivos de café, arroz, tabaco y papa.