Cada época es diferente, también el  contexto social, pero existen conceptos, valores, ideales que prevalecen en el tiempo, entre ellos, el amor a la Patria.

En estos momentos, cuando se aprietan las cuerdas del bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos frente a Cuba, nos llaman a pensar como país, y qué cubano podría hacerlo sin repasar al más universal, José Martí.

Bajo la tutela del Partido Comunista de Cuba, cada revolucionario debe velar por perfeccionar un proyecto soberano de justicia social, verdaderamente autóctono, construido, como sentenciaba el apóstol, Con todos y para el bien de todos.

Como mercancía barata nos venden una democracia, desde el capitalismo estadounidense,  empleando su viejo modelo de intentar proclamar una república alejada de su primera ley: el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre.

Pensar como Cuba

Transformar la realidad desde adentro, acrecentando  la producción y los servicios, tratando de cubrir nuestras necesidades, porque sabemos que estamos y seguiremos bloqueados, eso es pensar como país.

Son tiempos que requieren llevar la Patria en el alma y entrarle a los problemas de frente, con más acción y menos verborrea, intentando solucionar las carencias desde el ámbito local, con los pocos recursos que nos quedan a mano.

Desde las bases del presente estamos obligados a diseñar el futuro de Cuba, pese a estar viviendo la peor crisis económica de los últimos tiempos y los momentos más crueles de la Covid-19.

Pensar como Cuba nos hace parafrasear al presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al sugerir que nos entreguemos en cuerpo y alma al servicio de la nación, sacando el mayor provecho de la fuerza más formidable y poderosa de la Revolución: la unidad.