Por Miguel Alejandro García
La Habana, Cuba.- De las personalidades más relevantes en la historia de la danza, figura cimera del ballet clásico en Iberoamérica, Alicia Alonso nació un día como hoy, 21 de diciembre, en 1920.
Alicia inició sus estudios en 1931 en la Escuela de Ballet de la Sociedad Pro-Arte Musical. En Estados Unidos continuó su formación con profesores eminentes de la School of American Ballet. Profesionalmente comenzó en en Broadway, Nueva York, con las comedias musicales Great Lady y Stars in your eyes.
Luego de una singular trayectoria en Norteamérica, fundó en La Habana el Ballet Alicia Alonso, hoy Ballet Nacional de Cuba, compañía a la que, durante 71 años situó en la cúspide del prestigio a nivel mundial, fundamentando un sistema de enseñanza general del ballet y estimulando la colaboración internacional en materia cultural.
Multipremiada
Alicia Alonso, quien hoy cumpliera 105 años, es dueña de versiones coreográficas de grandes clásicos como Giselle, Grand pas de quatre, La bella durmiente del bosque, Don Quijote y El Lago de los Cisnes, entre otras.
Eminente figura de la vida cultural, fue investida con el grado de doctora honoris causa por la Universidad de La Habana, el Instituto Superior de Arte de Cuba, la Universidad Politécnica de Valencia y la Universidad de Guadalajara.
Fue acreedora de la orden mexicana El Águila Azteca y la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica, que le entregó el rey de España. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba la nombró embajadora de la República de Cuba; en París, la UNESCO la invistió como embajadora de buena voluntad; el presidente de Francia le confirió el grado de oficial de la Legión de Honor, y recibió en Cannes el Premio Irene Lidova por toda su carrera artística.
Inspiración de Muchos
Como directora y figura principal del Ballet Nacional de Cuba, Alicia Alonso ha sido inspiración y guía para la formación de varias generaciones de bailarines cubanos, con un estilo propio que ha conquistado un lugar destacado a nivel internacional.
En 2015 se acordó que el Gran Teatro de La Habana llevase su nombre, en reconocimiento a su aporte a la cultura cubana y universal. De Alicia Alonso dijo José Lezama Lima: Su arte no es de sorpresas y de aventuras, sino de perfección; ademán que no presumió de único, para mostrar la curvatura de su distinción como estilo habitado también por su pueblo.
Mientras tanto, la poetisa Dulce María Loynaz aseguró: Ella es de veras una luz que se mueve. Ella es leve, ondulosa, casi traslúcida.
Estirpe de Bailarina
Alicia Alonso falleció en La Habana, el jueves 17 de octubre de 2019, a la edad de 98 años. Su grandeza no radicó solamente en haber representado al Ballet Nacional de Cuba triunfalmente en decenas de países, recibir las más atronadoras ovaciones, de Helsinki a Buenos Aires, de New York a Tokio o Melbourne, sino haber puesto al servicio de Cuba todos los honores recibidos, revertiéndolos como frutos del quehacer que siempre vio como modesta contribución no solo a su cultura, sino a la cultura danzaría mundial.
No erró Carpentier al decir: Alicia Alonso pertenece a la excepcional estirpe de bailarinas que han dejado a veces no más de cuatro, de cinco veces por siglos un nombre egregio en la historia de la danza.