Por: Gardenia Companioni

El 27 de enero de 1756 en Salzburgo -actual Austria- nació Wolfgang Amadeus Mozart, considerado como el mayor genio musical de la historia.

Compuso una obra original y poderosa que abarcó los más variados géneros en alrededor de 600 piezas, en tan solo 35 años de vida.

A los cinco ya mostraba el dominio del teclado y el violín, y había compuesto sus primeras obras. Con 13 años recibió un título honorífico de la corte salzburgueza.

Su carácter le facilitaba que asimilara todos los estilos musicales y dos años más tarde ya contaba con más de 100 composiciones entre conciertos, sinfonías, misas, motetes, sonatas, óperas, ópera bufa y música sacra. Poseía la Espuela de Oro otorgada por el Papa Clemente Décimo cuarto.

Romántico incomprendido

La genialidad de Mozart no fue casual. Junto a su hermana María Anna creció rodeado de música, pues su padre, Leopold Mozart, era un excelente violinista que ocupaba el puesto de compositor y vicemaestro de capilla en la corte del príncipe-arzobispo Segismundo de Salzburgo.

Ambos hermanos se convirtieron en concertistas infantiles realizando giras por varias partes del mundo y recibiendo la influencia de afamados músicos como Johann Sebastián Bach.

Las grandes composiciones de Mozart sobresalieron por sus innovadoras técnicas que ya vislumbraban una corriente romántica.

También ganó celebridad por su rebeldía, pues intentó vivir al margen de nobles y religiosos poniendo de manifiesto el paso de una mentalidad más libre de las normas establecidas.

Entre sus obras más reconocidas están La flauta Mágica y Réquiem, esta última inconclusa al sorprenderle la muerte.