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El periódico de Martí fue obra ejecutada por él con exquisitez absoluta, tanto en los planos de sus objetivos de movilización política para impulsar la unidad patriótica hacia la guerra liberadora, como en su contribución para robustecer la conciencia de identidad nacional.

En sus páginas, el Maestro siguió una estrategia editorial en la que el reconocimiento a la creación de la cultura artística y literaria tuvo su lugar, no solo porque él mismo fue un notable escritor, sino porque esas manifestacines eran para él las expresiones del alma nacional, de su originalidad, de un pensamiento propio ajustado a nuestras necesidades.

Por eso publicó nueve textos sobre escritores y sus libros, tres de pintores e igual cantidad sobre músicos. Y en la sección En Casa, dedicada a la cotidianidad de las emigraciones, no deja de informar los asuntos relacionados con la vida y labor de los creadores.

Libros y escritores cubanos en Patria

Un hombre de letras como Martí no es extraño que trate a escritores cubanos en Patria, desde los más reconocidos hasta los que se iniciaban.

Entre los primeros figuró Cirilo Villaverde, ante cuya muerte le llamó “patriota entero y escritor útil” y califica a Cecilia Valdés como “inolvidable novela.” José de la Luz y Caballero, el formador de patriotas en su escuela, es para Martí “el silencioso fundador”, el “que a solas ardía y centellaba”, “que antepuso la obra real a la ostentosa.”

Al morir en Estados UnIdos, el  historiador y maestro Eusebio Guiteras, lo calfica como “patriarca humilde”, y recuerda que “en sus lilbros hemos aprendido los cubanos a leer”.

A Julián del Casal, fallecido “joven y triste” señala Martí, lo  sitúa como uno de la “gente nueva” en las letras hispanoamericanas, y con quien estéticamente se identificó al estimarlo “fino” y “sincero.”

Más literatura en Patria

Martí no olvida reseñar en su periódico a sus compañeros en la lucha patriótica como Rafael Serra y Rafael de Castro Palomino.

De Serra comenta su libro Ensayos Políticos y de Castro Palomino su cuaderno de poemas Preludios. Otros poemarios presentados por el Maestro fueron Flores Silvestres, de Enrique Nattes, al que estima por “sincero poeta” y quien entrega el verso “puro y digno” cuando recuerda a su madre y a Cuba, y Versos Verdaderos, una compilación de decimistas bejucaleños escuchados por Martí en un viaje a Filadelfia.

También entregó reseñas de los libros Galería de Colón, de Néstor Ponce de León, y Erratas de a fe de erratas de Don Antonio Valbuena, del filólogo cubano José Miguel Macías.

La muerte en París, a los 25 años, del escritor, periodista y poeta Augusto de Armas le hace escribir una cálida nota de quien solo conoció por una carta donde hablaba de su amor viril por Cuba.

Pintores y músicos cubanos en Patria

Dos de los más brillantes pintores de su época fueron presentados por Martí a los lectores de Patria: Juan Jorge Peoli y José Joaquín Tejada.

Al primero lo trató en Nueva York y a su muerte publicó un extenso estudio sobre su vida y obra, en el que lo califica de hombre justo, puro en el retrato y escrupuloso en el paisaje.

A Tejada dedicó hondas reflexiones sobre el arte, y comentó con entusiasmo su obra más famosa La lista de la Lotería.

Un escenógrafo de Tampa, al que llamara el buen Ayala, también movió su pluma en Patria. Dos de los escritos sobre músicos se refieren a Emilio Agramonte, fundador en Nueva York de una Escuela de Ópera; y el tercero se dedica a Ana Otero, pianista puertorriqueña de fama en París. De todos esos creadores afirma: La patria está hecha del mérito de sus hijos, y es riqueza de ella cuanto bueno haga un hijo suyo.

Redactó: Pedro Pablo Rodríguez.

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