La Habana, Cuba. – O Soberana o Abdala. ¡Bienvenidas las vacunas! Tengo absoluta confianza en ellas como en ninguna por su identidad cubana. Porque viniendo de Cuba, de Santiago o de La Habana, esa sustancia es segura y de probada eficacia…
No es cuestión de chovinismo o petulancia infundada: el científico cubano no sueña con las ganancias, sino en preservar la vida, en aumentar la esperanza del que padece y se angustia, del que sufre y se desgasta.
Cuando cerca de mañana la Covid-19 tenga una cura, los médicos de esta Patria, en esa hora fecunda, verán su meta lograda.
Será el futuro de ciencia y la hora adelantada que anticiparon los héroes que pensaron la avanzada, los que un día predijeron que Cuba, al salvarse, salva.