Cuando se habla de relaciones humanas siempre pensamos en la manera en que nos llevamos unos con los otros. Los padres con los hijos y estos a su vez con los progenitores. O acaso recordamos al amigo que nos presta el hombro en los momentos difíciles.

Todas estas relaciones afectivas son importantes para la vida. Pero no olvidemos a esas personas que viven a continuación  de la pared de nuestras casas, ellos son los vecinos y las relaciones entre ellos marcan también la vida en la comunidad. Resulta tan gratificante cuando recibes su saludo cada mañana, cuando te ayudan en cualquier detalle.

Muchos son los ejemplos que se pueden citar de ese tipo de relación, un accidente, la caída de un anciano, fíjate y verás la mano solícita de uno de los vecinos quizás del menos que lo esperabas. La solidaridad entre los vecinos hace la vida mejor.

 

Vivimos en compañía de otros seres humanos

Existe un refrán muy verdadero: Tu mejor hermano es el vecino más cercano. Quien niegue la sabiduría que encierra esa aseveración se encuentra en un grave error. Hay muchas personas que no valoran lo hermosas que pueden ser las relaciones entre vecinos.

Hay quienes descuidan desde el tono de la voz, el volumen de la música, el derrame de agua y otros desechos y no recuerdan que a una distancia tan corta viven otras personas.

El respeto es la clave para cultivar cualquier relación social, que comienza por tenerlo hacia nosotros mismos, porque no se puede pretender exigir lo que no somos capaces de dar. Cuanta felicidad se experimenta con la sonrisa de tu vecino o del hijo de este cuando te trae sus notas y te hace partícipe de su felicidad.

Nunca dude que las relaciones entre vecinos pueden hacer mejor una comunidad.