La Habana, Cuba. La Ley 187 del gobierno revolucionario amparó la fundación de la Imprenta Nacional de Cuba el 31 de marzo de 1959.

En esa fecha temprana de la Revolución, el intelectual Alejo Carpentier asumió la dirección de la institución por varios años y estimuló la publicación masiva de libros.

Tres años después, la entidad se transformó en Editora Nacional y en otros cinco se creó el Instituto Cubano del Libro, integrador de editoriales nacionales y provinciales para dar espacio a escritores de diferentes provincias y a múltiples géneros literarios para bien de los lectores.

El 31 de marzo de 1981 fue declarado el Día Del Libro Cubano, en homenaje a la fundación de la Imprenta Nacional; miles de títulos de escritores cubanos y foráneos han sido publicados hasta hoy.

Los primeros libros

El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes, fue el primer libro impreso de la Imprenta Nacional de Cuba, inaugurando  la colección Biblioteca del Pueblo, destinada a clásicos de la literatura universal.

Esa obra cumbre fue presentada en cuatro tomos que llevaron ilustraciones de los muy reconocidos artistas Gustavo Doré y Pablo Picasso.

A partir de la publicación se promovieron antologías de los poetas Rubén Darío, César Vallejo, Pablo Neruda y Nicolás Guillén, tres tomos de la Antología de Poesía Cubana, con dirección de Lezama Lima, y los clásicos Doña Bárbara, de Rómulo Gallegos, A sangre fría, de Truman Capote y Un amor de Swan, de Marcel Proust.

La Imprenta Nacional también participó destacadamente en la preparación y publicación de cartillas y manuales, base material de estudio utilizada en la Campaña de Alfabetización.