Félix María de la Concepción Varela Morales, el ilustre presbítero nació el 20 de noviembre de 1788, en la habanera calle Obispo, número 91.

Muy pequeño va con su familia a la ciudad floridana de San Agustín, y al volver, con solo 13 años, estudia Gramática, Humanidades, Latinidad y Música, con el sacerdote irlandés Michael O’Reilly, en el Colegio-Seminario de San Carlos y San Ambrosio, de La Habana.

Por su gran aplicación, logra el grado de Bachiller y la Licenciatura en Filosofía, en la Real y Pontificia Universidad de San Gerónimo de La Habana, ocasión en que recibe también la primera Tonsura de la Iglesia Católica, que le entrega el Obispo Juan José Díaz de Espada y Fernández de Landa, en la Iglesia Catedral de San Ignacio, en la Villa de San Cristóbal de La Habana.

Símbolo de la cultura patriótica cubana

Con 20 años, Félix Varela crea la primera Sociedad Filarmónica de La Habana y recibe del Obispo de Espada las cuatro órdenes menores y el Subdiaconado de la Iglesia Católica.

Con dispensa de edad, es maestro de Filosofía en el Seminario de San Carlos, publica su primer trabajo de esa materia en Latín y el tercer tomo de Instituciones de Filosofía Ecléctica en Español, muy novedoso para la época.

Varela ingresa en la Real Sociedad Económica de Amigos del País, donde es Socio de Mérito; asume la Cátedra de Constitución en el Seminario de San Carlos y es electo  diputado a Cortes por La Habana, ocasión en que presenta proyectos sobre la independencia de América.

Junto a otros diputados firma la invalidación del Rey, que lo hizo irse al exilio en Estados Unidos y dada su labor allí, unida al poeta santiaguero José María Heredia, es símbolo de la cultura patriótica cubana.

Félix Varela reposa en Cuba

Desde 1823 y durante tres décadas, Félix Varela permanece exiliado en EstadosUnidos.

Allí realiza su labor creadora sobre el pensamiento cubano revolucionario, en temas como educación, filosofía y política. Sobre ello escribe en el periódico El Habanero y en las llamadas Cartas a Elpidio.

Por su vigencia, traemos una nota del pensamiento de Varela que se ajusta a nuestros días, y dice: “El estudio de la Historia es absolutamente necesario para conocer a los hombres, sacando utilidad de lo pasado a favor de lo presente y lo futuro.”

Félix Varela murió el 25 de febrero de 1853, en La Florida.

Sus restos se trajeron para Cuba el 6 de noviembre de 1911, y desde entonces reposan en una urna, en el Aula Magna de la Universidad de La Habana.

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