La Habana, Cuba. – José Martí definió a Carlos Baliño López como un cubano que padece con alma hermosa por las penas de la humanidad; y Raúl Roa como el primer intelectual orgánico del proletariado.

Eso fue aquel hombre de proverbial modestia que enlazó la causa de Martí al fundar el Partido Revolucionario Cubano, y con Julio Antonio Mella organizó el Partido Comunista en 1925.

A Estados Unidos llegó tras fracasar en La Habana buscando trabajo, y se sumó a la fundación de clubes revolucionarios, colecta de fondos y a escribir en el periódico Patria; al retornar a Cuba, denunció la explotación de los trabajadores y divulgó la ideología marxista y socialista.

Por su actividad política, muy enfermo fue condenado a prisión: Carlos Baliño López murió en La Habana el 18 de junio de 1926, la víspera de su encarcelamiento.

Precursor del Socialismo en Cuba

Antes de firmar junto a José Martí el acta de constitución del Partido Revolucionario Cubano, Carlos Baliño había expresado su simpatía por el ideal marxista.

Precursor del socialismo en Cuba, declaró: “No hay para el obrero otro modo de salvarse aisladamente; no mejorará su condición, sino cuando mejore la de todos; no se emancipará, sino cuando se emancipen todos”.

Ensayista, periodista, poeta y traductor, escribió: “Bueno es amar a la Patria, pero mejor es amar a los hombres, bueno es amar a la Patria, pero mejor es amar a la libertad y la justicia”.

De Carlos Baliño dijo el periódico proletario El Cigarrero: “Ha caído un roble, pero queda una tumba donde los que se desilusionan a mitad del camino pueden recuperar fuerzas y aprender a sentir por un ideal, observando la vida y los ejemplos de aquel que allí duerme con la tranquilidad del justo”.