Próximo al 150 aniversario de la primera Asamblea Constituyente, y de la Constitución de Guáimaro, ese poblado oriental de Cuba vuelve hoy a mirarse como semilla de la nación.

La localidad con notables referentes históricos se convirtió desde el 10 de abril de 1869, en raíz jurídica fundamental de un país que aprobó por amplia mayoría el más reciente proyecto de una nueva Carta Magna.

En la actualidad, Guáimaro retoma protagonismo cultural, especialmente en el parque de la Constitución, el espacio donde el presidente de la naciente República, Carlos Manuel de Céspedes, prometió cumplir sagradamente su deber.

La localidad camagüeyana es consecuencia de la necesidad de lograr una patria nueva, superior, adelantada, se trata de que la mayoría piense en el socialismo y vislumbre un futuro mejor, como lo soñó José Martí y lo materializó Fidel.