El segundo explorador lunar chino ha empezado a deambular por el lado oscuro de la Luna, con lo que la comunidad científica del país asiático espera lograr más descubrimientos en el mundo extraterrestre.

El nuevo vehículo, llamado Yutu-2, significa en el folclore chino un conejo blanco que Chang’e, la diosa de la Luna, tiene como mascota.

El nuevo aventurero pesa 135 kilos, 2 menos que Yutu, lo que lo hace, además, el más liviano en haber rodado sobre la Luna. El equipo logró esa reducción de peso retirando un brazo robótico y reemplazándolo con un instrumento desarrollado para analizar la radiación en el ambiente de la superficie lunar.

Dos cámaras panorámicas, los ojos del conejo, toman imágenes en color de alta resolución. El explorador, con una vida útil diseñada de tres meses, puede recorrer una velocidad máxima de 200 metros por hora.