La Habana, Cuba. – Hace hoy un año de la partida de Alicia Alonso hacia la inmortalidad. «Te libras de la muerte por tu obra, por la grandeza de tu voluntad férrea tantas veces demostrada», dijo junto a su tumba el Historiador de La Habana, Eusebio Leal.

Ella fue la última diva del ballet clásico en el mundo. Tal vez la suya haya sido la carrera más larga como bailarina. Aclamada en los más exigentes escenarios, se convirtió en leyenda.

Cuba la venera y le agradece su voluntad de hacer realidad un sueño para muchos irrealizable: formar aquí una compañía de ballet reconocida entre las mejores. Su nombre traspasó los límites de círculos elitistas, para hacerse conocido hasta por los sectores más humildes de la población.

Alicia Alonso amó intensamente a su Patria, sin vacilaciones, sin mezquindades. El sentido de su vida fue ser útil. Y lo cumplió con creces.

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