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El templo de la Iglesia Catedral de La Habana forma un rectángulo de 34 por 35 metros, dividido en su interior por gruesos pilares en tres naves y 8 capillas laterales.

El piso de ese inmueble religioso es de baldosas de mármol negro y blanco y entre sus capillas se destacan la muy antigua de Nuestra Señora del Loreto y la del Sagrario.

El arquitecto y urbanista Luis Bay Sevilla aseguró que la actual fachada de la Catedral es obra del arquitecto gaditano Pedro Medina, quien también trabajó en la edificación del Palacio Municipal, el Arco de Belén y otros importantes edificios en la zona de La Habana Vieja.

Las obras de escultura y orfebrería del altar mayor y el tabernáculo de la iglesia Catedral habanera, son ricas en mármoles y metales, y fueron ejecutadas por el artista italiano Bianchini, allá por 1820.

Importantes edificaciones

Hasta mediados del siglo XVIII, las iglesias y los conventos fueron las edificaciones de mayor importancia en La Habana, considerada con razón la principal ciudad del país.

Por orden del Obispo Felipe José de Tres Palacios, en 1788 se iniciaron las obras de reconstrucción de la iglesia y oratorio de San Ignacio en la Iglesia Catedral de La Habana, dedicada a la Purísima Concepción, cuya imagen está en el altar mayor.

En la época que el Obispo Juan José Díaz de Espada y Fernández de Lanza dirigió la vida eclesiástica de Cuba, entre 1802 y 1832, o lo que es igual durante 30 años, hubo grandes avances en el campo religioso y social en el país.

Vale decir que en la etapa que estuvo al frente de la Iglesia, logró que no se hicieran enterramientos en los templos, lo que ayudó a mejorar la higiene del país.

Debemos conservar nuestros monumentos

Desde el año 1941, la Catedral de La Habana tiene un Museo Capitular, que posee valiosas obras y joyas, entre las que se destacan sagrarios o custodias de gran mérito, como la que donó el Obispo Morell de Santa Cruz.

Entre los años 1946 y el 49, la Catedral fue sometida a un amplio proceso de restauración, dirigido por el arquitecto Cristóbal Martínez, para remediar grandes defectos que tenía en su construcción.

Destacados especialistas afirman que la Catedral de La Habana, junto al Convento de San Francisco, las iglesias de Paula, la de la Merced y posiblemente la del Ángel, forman el grupo de templos habaneros de la época colonial, que merecen conservarse como elementos representativos de aquella época de nuestra historia.