Uno de los mayores mitos del acervo cultural de la isla es el del jigüe o güije, pequeños seres mitológicos, llamados de una u otra forma en diversas regiones.

Al nombrado jigüe, la leyenda lo presenta como un indio enano de largo pelo, habitante de las aguas de algunos ríos.

En otros lugares se llama güije a una especie de fantasmita o aparición de los ríos, con forma de negrito desnudo y travieso, de llamativa fealdad.

Sobre ellos, una leyenda: Cuentan que una joven, próxima a contraer matrimonio, fue a consultar a una adivina, y esta le vaticinó que moriría a causa de la aparición de un güije cuando pasara por la laguna.

Aterrada, la casadera se lo contó a su novio y decidieron suspender el viaje, pero días después se le avisó a la joven que una tía reclamaba su presencia.

No tuvo más remedio que ir, y cuando estaban a punto de cruzar la laguna, apareció el güije y la muchacha murió de susto ante los ojos de su esposo.