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Pinar del Río, Cuba. – Antonio Núñez Jiménez, de quien acabamos de conmemorar el centenario de su natalicio en el Memorial a los Malagones, ubicado en el poblado de El Moncada, municipio pinareño de Viñales, se considera un eterno enamorado de las cuevas.

Esa fue la definición ofrecida por Ricardo Álvarez, historiador de la turística zona, y quien junto al catedrático Juan Carlos Rodríguez enriqueció la conferencia dedicada al padre de la espeleología en Cuba.

Núñez Jiménez, Capitán del Ejército Rebelde, tuvo un desempeño meritorio como topógrafo durante la guerra de liberación en la columna bajo las órdenes del Ché.

Además, tenía un dominio perfecto de La Gran Caverna de Santo Tomás, actualmente Momento Nacional. En ese lugar fue donde en agosto de 1959 Núñez Jiménez presentó ante Fidel a Leandro Rodríguez Malagón, quien organizó a los precursores de las milicias en Cuba.

La otra casa de Núñez Jiménez

Antes de marchar a la Sierra y después del triunfo de la Revolución, la Gran Caverna de Santo Tomás, en el municipio pinareño de Viñales, sedujo al doctor Antonio Núñez Jiménez, que visitaba constantemente la zona.

Allí además de sus misiones investigativas, también compartía juegos de pelota con hijos del campesinado. Aldo Rodríguez Porra, un jubilado del Ministerio del Interior contó a nuestra Revista que visitaba a su familia y le gustaba acariciar a la Jutía Conga nombrada Chuchi, mascota de la casa.

El Capitán del Ejército Rebelde, geógrafo y explorador, fundó en El Moncada la Escuela Nacional de Espeleología que hoy lleva su nombre, centro considerado un monumento a los estudios relacionados con el hermoso sistema y el mayor de América Latina.

Reverenciar a Núñez Jiménez en ese lugar el día del centenario de su natalicio, fue el más hermoso de los homenajes.