La Habana, Cuba.- Este lunes, 22 de abril, uno de los peloteros más queridos por la afición capitalina y de todo el país estará cumpliendo años: Javier Méndez.
Quizás muchos quisieran felicitarlo, pero no puedan, de ahí que esta emisora se adelante a nombre de todos.
Javier es el jardinero central de los “guantazos”, uno de los bateadores de más tacto de nuestro país, el pelotero de lesiones y enfermedades en momentos cumbres, el zurdo que guió a Industriales a un campeonato de ensueño en el 2003 y anotó la carrera cuando Marquetti decidió con jonrón ante Rogelio García.
Los más jóvenes quizás no recuerden cómo fue posible que se eternizara su número 17 en las filas del equipo más polémico de la pelota cubana y que lo acompañaría hasta su retiro, cuando parecía estar como el vino: mientras más añejo, mejor. Pero Javier Méndez fue también eso: preciso y justo.
Un guantazo azul
Javier Méndez puede contar a las futuras generaciones las miles de historias vividas en sus 22 Series Nacionales, los sufrimientos en cada derrota y campeonato no conquistado, la convivencia con la fama sin perder nunca la sencillez, la fidelidad a su gente, a su pueblo, a su país, a su Industriales querido.
Quizás, pocos peloteros de la capital y del polémico equipo Industriales tengan tanta simpatía en toda Cuba como él, ganada a fuerza de batazos oportunos; de memorables fildeos y de una compostura modesta y humilde sin dejar de ser fuerte y recia sobre el terreno.
En su labor actual como entrenador de beisbol en Europa, Javier Méndez sabe que aún le queda mucho conocimiento por repartir, aunque la mayoría de sus amigos no pierden la esperanza de verlo algún día timonear de nuevo la nave beisbolera de la capital con su acostumbrado guantazo azul.