La Habana, Cuba. – Cuando se festeja el Día Internacional de la Mujer, se recuerda a quien hace un cuarto de siglo falleció en París, a la edad de 86 años.

Nos referimos a la nieta del Padre de la Patria, Alba de Céspedes y Bertini, quien llamó a Cuba, “mi tierra”.

Hija del embajador y brevemente presidente de Cuba en la seudorepública del siglo pasado, Carlos Manuel de Céspedes y Quesada, Alba nació en Italia, vivió en Francia y Estados Unidos, pero pasó temporadas en Cuba, la última, en 1977.

En ocasión del centenario del inicio de las luchas libertarias, que encabezara su abuelo, Carlos Manuel de Céspedes, Alba afirmó sobre Cuba: “Amo los grandes privilegios naturales de los que goza y los peligros a los que siempre ha estado expuesta, pues la han obligado a medirse consigo misma, y cada día la amo más por el heroísmo con que se ha tejido su breve historia”.

Escritora antifacista

Alba de Céspedes y Bertini trabajó como periodista para revistas, diarios, la radio, y en 1938 publicó su primera novela, Nadie vuelve atrás.

Sobre el texto, la Doctora Graciella Pogolotti apunta en el prólogo de la primera edición cubana: “Escrita en tiempos de cólera callada, eludiendo la censura fascista, palpita en su obra el espíritu emancipatorio heredado por vías secretas de su abuelo Carlos Manuel, fundador de la Patria”.

Alba fue una adelantada a su época. Su primera novela fue acogida con enorme éxito, y prohibida por la censura fascista en su decimoséptima reimpresión.

Una profunda pasión la ligó a esta pequeña isla caribeña, de la cual expresó: “Es mi lugar predilecto, mi tierra. Desconocida, lejana, sin embargo, ella me recibió al nacer… y yo, viviendo, la he escogido, por sus glorias y sus dolores”.