Desde los días de Popeye, la espinaca ha sido famosa por su habilidad para hacerte fuerte.

Las verdes hojas no harán que tus bíceps se inflen como globos, pero sí tienen una gran cantidad de vitaminas y minerales. La espinaca es baja en calorías y existen muchas maneras de prepararla.

Entre los múltiples beneficios de consumirla está el gran contenido de magnesio y vitamina K que proporciona, además de que sus altos niveles de potasio ayudan a proteger contra la perdida de densidad mineral de los huesos.

La espinaca también tiene un alto contenido de vitamina A, nutriente requerido para la producción del sebo que mantiene la piel y cabello humectado.

Los niveles de potasio en la espinaca son buenos para la salud cardiovascular; de modo que tomar ese sustento regularmente reduce el riesgo de infartos y la presión sanguínea.