La Habana, Cuba. – La siembra de árboles en zonas urbanas es un acto de responsabilidad social sobre todo por los beneficios que ofrece como la retención de aguas pluviales, reducción de la contaminación y la mitigación del cambio climático.

Conocer cuáles son las especies óptimas para sembrar según el clima, su crecimiento y expansión son requisitos a tener en cuenta durante las acciones de reforestación, lo cual evitaría futuros conflictos entre raíces y aceras.

Caminos accesibles y árboles saludables son parte activa de la infraestructura pública de nuestra ciudad, por lo que evitar incomodidades por podas excesivas, así como accidentes en aceras rotas es posible.

El diseño urbano se verá embellecido con la tenencia de árboles, pero también con la seguridad del transeúnte, por ello la planificación del dónde y qué plantamos, es fundamental para preservar la reparación de calles y aceras.