La Habana, Cuba. – Empapada por la lluvia y desorientada llegó un día Blanquita al Comando de Bomberos del municipio mayabequense de Quivicán.
Yordan y Kevin, dos de los más jóvenes integrantes de la unidad, se encontraban de guardia esa noche, y decidieron refugiar a la perrita perdida. Pronto todos los bomberos del Comando conocían a Blanquita, y grande fue su sorpresa al saber que no venía sola, sino que llevaba cachorros en su vientre.
Los jóvenes decidieron trasladarla a la consulta veterinaria y atenderla, hasta que Blanquita dio a luz a siete hermosos perritos.
Hoy el Comando de Bomberos de Quivicán cuenta con una camada de cadetes perrunos que apoyan en las labores de vigilancia y reciben a los visitantes con sonoros ladridos.
Como estos jóvenes, muchos bomberos cubanos se han unido a las labores de protección animal, protagonizando importantes salvamentos en varios territorios del país.