Terribles fueron los últimos momentos de Frank País García, allí, frente a la bestia Salas Cañizares, quien lo ametralló por la delación de un miserable al servicio de los más oscuros intereses.

El jefe de Acción del Movimiento 26 de Julio cayó asesinado junto a su compañero Raúl Pujol, cuando salían de la casa de este último, tratando de burlar la persecución que la jauría del tirano Batista les tendió.

Los disparos ensordecieron a los pobladores del Callejón del Muro, en Santiago de Cuba. Doña Rosario, madre de Frank, confesó: Conté y taponé 36 perforaciones en el cuerpo de mi hijo, y no seguí porque me parecía que le dolía.

Al paso del cortejo fúnebre, el pueblo santiaguero lanzaba flores, entonaba el Himno y gritaba: !Aba­jo Batista!, ¡Asesinos!, ¡Libertad!, ¡Viva Fidel!, ¡Re­vo­lu­ción!, ¡Revolución!, ¡Huelga! ¡Huelga!. Ese sería el compromiso contraído con el joven revolucionario.

Frank País, un eterno líder

Tenía unos ojos de una profundidad extraordinaria, los cuales mostraban enseguida al hombre poseído por una causa, con fe en la misma, y además que ese hombre es un ser superior, afirmaría el Che refiriéndose a Frank País.

Desde pequeño, Frank sintió un amor inmenso por la Patria, y su sensibilidad lo llevó a padecer por los sufrimientos del pueblo. Tras el asalto al Moncada, cayó preso por redactar el manifiesto Ase­sinato, donde condenaba los crímenes perpetrados por los asesinos del tirano Batista.

El joven jefe de Acción del Movimiento 26 de Julio e integrante de su Dirección Nacional, se entrevistó en la Sierra Maestra con Fidel, y fue el organizador del levantamiento popular en Santiago de Cuba el 30 de Noviembre de 1956 en apoyo al desembarco del Granma.

En Frank País la juventud tiene un símbolo permanente de amor a la Revolución.