Quito, Ecuador.- El III Encuentro Latinoamericano Progresista cerró sus puertas este viernes en Ecuador con una Declaración Final que aboga por la unidad regional para enfrentar los retrocesos y ataques actuales en el continente.

Los participantes condenaron el golpe parlamentario a Dilma Rousseff en Brasil y la arremetida contra el expresidente Luis Inacio Lula da Silva, así como las acciones para desestabilizar el gobierno bolivariano de Venezuela.

Llamaron, además,  a mantener los principios de los libertadores de América, en tanto saludaron el restablecimiento de relaciones entre La Habana y Washington, pero demandaron  el cese inmediato y definitivo del bloqueo del país norteño contra Cuba.

Suscrito en la capital ecuatoriana por representantes de movimientos sociales y partidos políticos de izquierda, el documento constituye un arma para la lucha ideológica con rumbo a la consolidación de gobiernos progresistas.

Cuba participó en la cita con una delegación encabezada por José Ramón Balaguer, miembro del Comité Central del Partido.