Un día después de acoger a los 630 inmigrantes del buque humanitario Aquarius, España emplazó a la Unión Europea a replantearse su política migratoria, cuestionada por numerosos países y organizaciones no gubernamentales.

En un comunicado, el gobierno español, encabezado por Pedro Sánchez, afirmó que la cuestión migratoria es responsabilidad de la Unión Europea, ya que tiene que hacer una revisión de su política.

A juicio del gubernamental Palacio de La Moncloa, esa revisión debe ser abordada conforme al cumplimiento estricto de nuestras obligaciones en materia de derechos humanos.

Sobre el desembarco del Aquarius en el puerto de Valencia, tras la negativa de Italia y Malta a recibirlo, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, destacó que se dio “una imagen muy solvente de nuestro país”.