La Paz, Bolivia.-  La Conferencia Mundial de los Pueblos convirtió a Bolivia durante dos días, en epicentro de debates centrados en promover la libre movilidad de las personas y fomentar la unidad entre todas las naciones.

La cita llamó a la integración latinoamericana y rechazó los pronunciamientos racistas y xenófobos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Miles de participantes en el cónclave, efectuado en Tiquipaya, condenaron la decisión de construir un muro en la frontera norteamericana con México y rechazaron las nuevas medidas anunciadas por Trump para recrudecer el bloqueo impuesto a Cuba por Washington.

La solidaridad con el gobierno venezolano ante los ataques de sectores de la derecha para desacreditar a la Revolución Bolivariana también marcó las jornadas de la Cumbre de los Pueblos, promovida por el presidente boliviano, Evo Morales, y que acogió a delegados de 43 países.