La Habana, Cuba.-  Ante la derogación del Programa de Parole para profesionales médicos cubanos, y de la política de pies secos-pies mojados, los gobiernos de países involucrados en el trasiego irregular de cubanos hacia Estados Unidos reaccionaron de manera positiva al acuerdo migratorio entre Cuba y la nación norteña.

En Panamá, el jefe del Servicio Nacional de Migración, Javier Carrillo, expresó que esa decisión desmotivará el ingreso irregular de cubanos a esa nación en su tránsito hacia Estados Unidos, porque no tienen el privilegio de permanecer legalmente en el país norteamericano.

Costa Rica anunció su satisfacción por el cambio en la política estadounidense de pies secos-pies mojados que promovía el tráfico ilegal de personas en la región.

Esa nación centroamericana fue una de las afectadas por la migración irregular de cubanos que buscaban llegar a Estados Unidos por vía terrestre.

Paso lógico y responsable

Fred Mitchell, ministro de Relaciones Exteriores de Bahamas, valoró que los privilegios migratorios para los cubanos impulsó durante años el aumento de los desembarcos ilegales en  costas bahamesas.

El gobierno bahamés espera que el acuerdo migratorio entre Cuba y Estados Unidos tenga continuidad tras la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump.

Guillaume Long, ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, dio a conocer a través de las redes sociales su satisfacción, en nombre del país que representa, por la decisión de poner fin a la política de pies secos-pies mojados, algo que Ecuador y otras naciones pidieron en agosto del año 2016.

En una declaración, James Williams, líder de la coalición Engage Cuba, promotora de mejores vínculos entre La Habana y Washington, calificó el anuncio de la Casa Blanca de un paso lógico, responsable e importante hacia la normalización de las relaciones bilaterales.