La Habana, Cuba. – La producción petrolera, algo imprescindible para el país, también sufre los efectos del bloqueo como toda la actividad económica y en general la vida cotidiana de los cubanos.

Por supuesto que la extracción del crudo nacional es un área estratégica que ayuda a mantener la vitalidad de la economía doméstica, por eso es un blanco con cierta prioridad en el entramado de leyes que tratan de dar una sombrilla legal a la hostilidad de Estados Unidos.

Por obra y desgracia de esa larga agresión, el cronograma de perforación de pozos que tiene la Empresa Cuba Petróleos, más conocida como CUPET, ha tenido afectación y los equipos utilizados en esas complejas operaciones no pudieron prestar servicios en el momento previsto.

De esa afectación puede dar fe el director de Perforación y Reparación de pozos, Julio Jiménez.

Acoso al petróleo

No solo la importación de petróleo sufre los efectos del bloqueo, sino también la producción nacional, afirma el director de Perforación y Reparación de pozos de CUPET,  Julio Jiménez un ingeniero con más de  cuatro décadas de experiencia.

Jiménez explica que para Cuba resulta casi imposible el acceso a la tecnología necesaria para la explotación del hidrocarburo, que además es costosa. Pero también, indica el experto, se persiguen las transacciones financieras asociadas al sector petrolero.

El crudo cubano es de alta densidad y no alcanza a cubrir todas las necesidades, pero permite la generación eléctrica y de algunos derivados, por lo que constituye un respaldo a la vitalidad del país. Por eso, los petroleros cubanos han tenido que hacer un esfuerzo mayor para saltar un cerco que hasta quiere impedir que usemos el petróleo nacional.