Martín Dihígo y su hijo Martín Francisco

La Habana, Cuba. Para muchos, considerado el mejor pelotero cubano de todos los tiempos, es también para un grupo más selecto un fuerte candidato a disputar ese mérito a nivel mundial, se trata de Martín Dihígo.

Dihígo nació el 25 de mayo de 1906 en el batey del central Cidra, ahora municipio de Limonar, en Matanzas y desde muy joven se destacó como un excelente jugador de béisbol.

Conocido como El Inmortal o El Maestro, maravilló a especialistas y seguidores en Cuba, Venezuela y México, donde integra sus respectivos  Salones de la Fama, y también brilló en las Ligas Negras de Estados Unidos, pero el racismo NO le dejó acceder a las Grandes Ligas.

Aún así, ya fallecido, le incluyeron en el Salón de la Fama de Cooperstown, pues a juicio de muchos era el más completo de los peloteros, jugando disímiles posiciones con alta calidad, con elevado average, y como pitcher muy ganador.