La Habana, Cuba.- Luces y vientos de superación escoltaron al movimiento deportivo cubano en 2016. Optimismo luego cumplir con el pronóstico trazado en los Juegos Olímpicos de Río Janeiro y necesidad de no detener el camino de superación tras concientizar, que cada día las batallas serán más complejas.

En casa y a pesar de las dificultades económicas, encadenadas al real y obsoleto bloqueo estadounidense, la escuela atlética nacional cumplió sus metas, resaltando otra vez los Juegos Nacionales Escolares, cantera del alto rendimiento y la culminación y remodelación de obras que repercutirán en una mayor asistencia de la población a la práctica de deportes.

Tales vínculos no solo certificaron empeño, ratificaron también que la actividad física en la Isla cuenta con la materia prima, para alejada del triunfalismo continuar creciendo.

Juicios y reflexiones

Mejorar los resultados internacionales del pasado año, será objetivo de máxima prioridad para el deporte cubano en 2017.

Varias serán las complejas metas, aunque diversas citas del orbe y el Clásico Mundial de Béisbol, asumirán un marcado protagonismo.

Para lograr los objetivos trazados el movimiento atlético de la Isla, deberá sustentarse en concienzudos análisis científicos-técnicos y en un mejor trabajo político ideológico con los atletas, a la par de SI es posible, incrementar el apoyo económico.

Robustecer la captación de talentos y potenciar la masividad en toda la geografía nacional, serán necesarias faenas de vital importancia para que el deporte cubano escudado en justos criterios y transparentes reflexiones, pueda seguir respetando a través de sus resultados, los sólidos principios que lo resguardan.