La Habana, Cuba. – Las fichas biográficas suelen discrepar. Unas afirman que suman 90. Otras, 89. Es lo de menos. Sí hay coincidencia en que hoy cumple años la doctora Graziella Pogolotti, y ya eso es motivo de regocijo para Cuba, que tanto debe a esta intelectual de hondura reflexiva cuando más se le necesita.

Nacida en París, de raíces italo-rusas, se afincó en esta tierra. «La Revolución me ofreció la posibilidad de participar en la construcción de un país», ha dicho la respetada académica, ensayista, crítica de arte.

Y así ha sido. Graziella Pogolotti ha dejado huella en las aulas universitarias; en el Grupo de Teatro Escambray; en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

Se afana ahora al frente de la Fundación Alejo Carpentier, y desde su oficio de periodista nos deja sus saberes, nos enseña a conocernos mejor, nos ayuda a modelar una sociedad mejor.