En la Isla de la Juventud se cumplió el plan de reforestación del año, al sembrarse unas 800 hectáreas de varias especies, lo que valida la prioridad del programa Tarea Vida para proteger la naturaleza y contrarrestar el cambio climático.

La humedad y luego los  aguaceros del ciclón Michael ayudaron a los resultados de los forestales del territorio pinero, que lo ubican como uno de los de mayor índice de boscosidad en Cuba.

Héctor Prada, director de la unidad empresarial de base forestal y café del Municipio Especial, destacó la respuesta de los integrantes de la brigada Álvaro Barba Machado, con experiencia en la tarea como lo demuestran desde hace varios años.

En esta campaña sobresalen especies como el Pino, Eucalipto y Acacia, la primera como destino a la producción de madera aserrada, y las restantes como sombra para el cultivo del café y también para cujes empleados en el tabaco.