La Habana, Cuba. – El siglo XIX, convulso en muchos aspectos, ha dado y dará mucho de qué hablar. Una de las áreas que más atención ha tenido es la de las ciencias; en casi todas sus esferas se realizaron avances espectaculares que permitieron conformar la sociedad tal y como la conocemos hoy. A un título que aborda ese período histórico dedicaré esta columna.

El libro en cuestión se titula “La ciencia en el siglo XIX”,y fue escrito por el químico, historiador, escritor, investigador y académico mexicano Elías Trabulse Atala. Se recorren en el texto las diferentes áreas del saber humano, y se muestran los principales avances obtenidos por las ciencias en ese periodo histórico, así como sus protagonistas.

El prestigio de la ciencia decimonónica se debió a las impresionantes hazañas que se lograron: abrió al ojo humano el universo inconmensurable de las galaxias, determinó las características del Sistema Solar y fijó con precisión los movimientos de planetas y satélites naturales; indagó sobre la composición de las estrellas, inquirió sobre la estructura de la materia y sus combinaciones, describió el fascinante espectáculo de la arquitectura molecular, fijó la edad y las etapas de formación de la Tierra, descubrió las leyes de transformación de la energía, la electricidad y el magnetismo y planteó además la teoría electromagnética de la luz.

Igualmente, esa ciencia reconoció las zonas inexploradas del planeta y penetró en las profundidades del océano, describió la fauna y la flora de los continentes y su distribución geográfica — lo que le permitió conocer la evolución de la vida — , estableció las leyes de la herencia, y descubrió las de la evolución humana . También, fue escenario de una revolución tecnológica sin precedentes que transformó profundamente la vida, los hábitos y las costumbres de las personas. Produjo nuevas formas de comunicación tales como el telégrafo y el teléfono, creó numerosos auxiliares mecánicos del trabajo, inventó el alumbrado, el ferrocarril, el barco de vapor y el automóvil, revolucionó la higiene y renovó la medicina.

La obra persigue informar sobre los principales aportes del siglo XIX en el campo de las ciencias físicas y biológicas. Esa época a menudo se ha subestimado en más de un aspecto, pero es indiscutible que es el embrión de la revolución científica, técnica y cultural del siglo XX. Los grandes protagonistas del siglo XIX son todavía figuras excelsas, vivas entre nosotros, y no solo en el terreno de las ciencias. nombres como los de: Pasteur, Carnot, Fresnel, Maxwell, Berzelius, Mendeleyev, Lamarck, Darwin, y Mendel son reconocidos y venerados por nosotros hoy día.

El libro consta de dos partes: la primera es un estudio introductorio y la segunda, un apéndice documental de textos representativos del quehacer de grandes personalidades de la ciencia como. Además, el título ofrece una amplia bibliografía para quienes estén interesados en profundizar en estos temas.

La pandemia va cesando, pero no sobra tener opciones para pasar el tiempo de una forma enriquecedora, la lectura es una de ellas, por eso les propongo este libro, que espero que disfruten.

 

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