Gracias a las medidas de protección de la biodiversidad en el municipio matancero de Ciénaga de Zapata, crecen poblaciones de especies amenazadas de la flora y fauna cubanas.

Especialistas del Parque Nacional contribuyen a la protección de las iguanas, cotorras y cocodrilos bajo presupuestos científicos avalados internacionalmente con la intención de devolverlos a su medio natural en el más breve tiempo.

La Convención sobre el Comercio de Especies Amenazadas de la Flora y Fauna Silvestres ampara los esfuerzos ante la sensibilidad de esas poblaciones en el establecimiento de su hábitat, la baja natalidad y el creciente interés en fomentarlas.

Las acciones conservacionistas en el territorio matancero velan por la veda perpetúa de todas las familias de animales autóctonos y estimula la cría en cautiverio de ejemplares de esos géneros en el humedal.