La Habana, Cuba. – Los vecinos de la circunscripción 141, en el reparto Peralta de Holguín, escucharon atentos las palabras del Primer Secretario del Partido y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en un debate sobre el Código de las Familias.

Con igual respeto y atención, el mandatario siguió entonces cada una de las intervenciones en que se manifestaron coincidencias o discrepancias con aspectos del proyecto legislativo, todas sinceras y comprometidas.

El presidente dijo que, tal vez, el documento sea denso por su naturaleza como norma jurídica, pero enfatizó que merece lecturas y relecturas para entenderlo mejor y cuando se vaya a votar por él, tener la convicción de que ofrece garantías para todas las familias.

Hay que leer en profundidad el Código, con la objetividad de lo que HOY tenemos en nuestra sociedad, dijo.

Amplio y necesario

En su diálogo sobre el Código de las Familias con vecinos de Holguín, el presidente Miguel Díaz-Canel comentó que en su amplitud toca las esencias de la célula fundamental de nuestra sociedad, pero no impone el tipo de familia que debe prevalecer.

Al contrario, el Código reconoce a cada ciudadano el tipo de familia que haya logrado constituir, también con todos los derechos y garantías, sin imponer nada, reflexionó.

En tal sentido, destacó que la norma jurídica sometida a consulta popular reconoce y respeta la relación entre padres e hijos, sobre la base de la responsabilidad con su alimentación, protección, desarrollo y educación, sobre el principio de mayor conveniencia para niños y adolescentes.

Necesariamente, el Código de las Familias asume la heterogeneidad hacia la que ha evolucionado nuestra sociedad en los últimos años, enfatizó Díaz-Canel.