Carlos del Porto Blanco
El neoliberalismo es un intento de propagar la desigualdad argumentando que hay alternativas. Pero las hay. Immanuel Wallerstein
Los tiempos que se viven en el mundo, y especialmente en América Latina y el Caribe, exigen tener el carcaj de flechas teóricas lleno. El Neoliberalismo y la ultraderecha son como una hidra de mil cabezas, lo que, a diferencia de aquella, esta no tiene una imagen repulsiva, sino todo lo contrario, se muestra atractiva y seductora, ahí se encuentra el gran peligro.
Hoy comentare el libro Socialismo siglo XXI ¿Hay vida después del Neoliberalismo? del autor argentino Atilio Borón, publicado en el 2009 por la editorial Ciencias Sociales. Aunque el texto se escribió hace 15 años y la región ha cambiado bastante, hay elementos invariantes que pueden servir para comprender y trazar estrategias de enfrentamiento al modelo imperante.
Atilio Borón nació en Argentina en el año 1943. Es Licenciado en sociología, Master y Doctor en ciencias políticas. Tiene una extensa obra académica y muchos libros publicados. Ganó el premio José Martí otorgado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco en el año 2009.
Este volumen está conformado por tres capítulos: Duro de matar. El mito del desarrollo capitalista nacional en la nueva coyuntura política de América Latina; ¿Hay vida después del neoliberalismo? y El socialismo del siglo XXI: notas para su discusión. El autor plantea en la introducción “el presente libro trata sobre las vicisitudes del capitalismo en América Latina. Su punto de partida es la constatación a esta altura (año 2008) irrefutable, de que después de casi un siglo y medio de haberse instaurado como medio de producción predominante en las mayores economías de la región y pese a haber experimentado períodos de altas tasas de crecimiento económico, nuestros países continúan sumidos en el subdesarrollo”.
El titulo argumenta científicamente por qué es imposible el desarrollo de América latina por la vía del modo de producción capitalista. Por qué si se quiere hablar de desarrollo hay que hablar de socialismo, de un socialismo “sin calco ni copia”, creativo, audaz, que enfrente los desafíos de nuestra época; proceso que podrá tener características diferentes según los países y los tiempos históricos; y que tendrá, irremediablemente, que enfrentar, más temprano que tarde, la violencia de la contrarrevolución “aun la más modestas reformas desencadenaran feroces procesos contrarrevolucionarios (…) Pero si los sujetos de la insurgencia adquieren acabada conciencia de su protagonismo histórico y encuentran un formato organizativo que potencie sus fuerzas, no habrá obstáculo que no estén en condiciones de barrer”.
Es de destacar la vasta bibliografía consultada por el autor para escribir el libro y que queda señalada para todo aquel que desee profundizar en algunos de los aspectos señalados.