Carlos del Porto Blanco
La vida es una reacción química que solo requiere de equilibrio. Priyavrat Gupta.
1967
Hoy comentaré sobre un libro que es un clásico, “Física y química de la vida” publicado en el 1967 por Scientific American, este texto estudia la vida como proceso físico, desde sus orígenes posibles hasta la situación actual de nuestros conocimientos (los de esa época) sobre las probables bases eléctricas del pensamiento.
“Física y química de la vida” es una obra imprescindible para aquellos que desean comprender en profundidad los procesos físicos y químicos que sustentan la vida en nuestro planeta. Escrito por los expertos de Scientific American, el volumen ofrece una visión clara y accesible de temas complejos como la bioquímica de las células, la genética molecular y la termodinámica de los organismos vivos. A lo largo de sus páginas, el lector se sumerge en un fascinante viaje por el interior de las células, explorando cómo las moléculas se organizan y reaccionan para mantener la vida. Desde la replicación del ADN hasta la producción de energía en las mitocondrias, cada capítulo brinda una explicación detallada de los procesos biológicos fundamentales, siempre desde una perspectiva física y química.
Física y química de la vida es el resultado de la colaboración de veinte grandes científicos (algunos de ellos ganadores del Premio Nobel) que, por encargo de la revista Scientific American, exponen el fenómeno de la vida como proceso físico que puede ser explicado por la conducta de los átomos y las moléculas inanimadas. El libro se inicia con un trabajo de George Wald sobre el origen de la vida y se cierra con un estudio de W. Grey Walter acerca de las bases eléctricas de la actividad cerebral. Entre esos dos extremos -el comienzo y la culminación del proceso vital- la obra se ocupa de todos los aspectos básicos del tema: la fotosíntesis (Eugene J. Rabinowitch), la fijación del nitrógeno (Martin D. Kamen), las proteínas (Joseph S. Fruton), la estructura de las proteínas (Linus Pauling, Robert B. Corey y Roger Hayward), la molécula de insulina (E. O. P. Thompson), la química de la herencia (Alfred E. Mirsky), la estructura de la sustancia hereditaria (F. H. C. Crick), la reproducción de los virus (Gunther L. Stent), las rickettsias (Mariaanna Bobarnick), los genes del hombre y los hongos (George Beadle), las enzimas (John Pfeiffer), el metabolismo de las grasas (David E. Green), la división celular (Daniel Mazia), la diferenciación celular (C. H. Waddington), la investigación sobre los músculos (A. Szentgyörgyi) y el impulso nervioso (Bernhard Katz)
La obra concebida con un propósito unitario, ofrece una síntesis rigurosa del nivel de conocimientos que se tenían en aquel momento sobre la vida, accesible incluso a los lectores que carezcan de formación científica especializada.
El libro aborda cuestiones filosóficas y éticas relacionadas con la biología y la bioquímica, como la manipulación genética, la evolución molecular y la búsqueda de vida en otros planetas. A través de ejemplos claros y ejercicios prácticos, el libro invita al lector a reflexionar sobre el papel de la ciencia en la sociedad actual y futura. Varios de los aspectos mencionados en el volumen como incógnitas ya fueron identificados o superados por la ciencia en estos 60 años, pero es interesante conocer como esos pioneros enfrentaron el desafío, cuál fue su forma de analizarlo, que metodologías utilizaron, en mi opinión ese uno de los grandes valores del texto.
En resumen, este libro es una lectura imprescindible para estudiantes, científicos y cualquier persona interesada en comprender los misterios de la vida desde una perspectiva científica y multidisciplinaria. Con un lenguaje claro y ameno, “Física y química de la vida” hace accesible un tema complejo y apasionante, demostrando una vez más la excelencia editorial de Scientific American.