La Habana, Cuba. – El 10 de abril de 1892, José Martí proclamó la fundación del Partido Revolucionario Cubano con el propósito de organizar la independencia del país y crear un pueblo nuevo, capaz de vencer, por el orden del trabajo y el equilibrio de las fuerzas sociales, los peligros de la libertad repentina en una sociedad ideada para la esclavitud.

Las bases y estatutos de aquel brazo político, aprobados por la emigración de Cayo Hueso, Tampa y Nueva York, establecieron su carácter independentista y lo hicieron único por su vocación latinoamericanista, antimperialista y antirracista.

De acuerdo con su ideario en función de los intereses populares, el Partido Revolucionario Cubano funcionó en la práctica como el partido de las masas. Su carácter radical se convirtió en promotor de la revolución más profunda y democrática en su época.