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La Habana, Cuba. – Si siento mi muerte es tan solo por no poder gozar con mis hermanos la gloriosa obra de redención que había imaginado y que se encuentra ya en sus comienzos; Cuba ya está perdida para España, dijo Perucho Figueredo ante los jueces que lo condenaron a morir por seguir con orgullo su causa independentista.

Hoy hace 150 años que Perucho Figueredo gritó por última vez a los españoles ¡Morir por la Patria es vivir!, antes de que una descarga de fusilería apagara su vida.

Aquel que llamó Al combate corred bayameses, murió con la Patria contemplándolo orgullosa, pues no dudó en abandonar sus  riquezas para abrazar la causa revolucionaria de Céspedes y buscar la independencia de Cuba. Perucho dejó un invaluable legado en la letra de la marcha patriótica que compusiera al entrar triunfante a Bayamo, y que hoy devino el Himno Nacional de Cuba.