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Pinar del Río, Cuba. – Desde finales del siglo XIX, varias personalidades en el mundo se sumaron casi al unísono al invento de la radio, encabezados por el italiano Marconi, quien demostró las cualidades del poderoso invento.

En Cuba, la fecha del 22 de agosto de 1922 marcó el inicio de esas transmisiones, gracias al patriota y músico Luis Casas Romero, al sacar al aire la emisora 2LC.

Años después, Francisco Martínez -desde la calle Santa Filomena, en la parte alta de la capital pinareña- puso a la escucha la planta CM 1 FM para orgullo de los Vueltabajeros.

Después, la tierra del mejor tabaco del mundo se distinguió por sus variadas cadenas radiales, entre ellas las sobresalientes CMAB, Cadena Occidental, Radio Juventud y la CMW.

Cien años al pie de la bocina

Pinar del Río, antes del triunfo de la Revolución, mantenía otros nexos con las emisoras nacionales de radio: CMQ, Progreso y otras que lograban escucharse con algunas interferencias como Radio Reloj.

La señal de esta última, a principios de los años 60, se amplificó mediante un transmisor por todo el territorio Vueltabajero, hasta crecer y ampliar la red radial en los municipios de Sandino y Minas de Matahambre.

La huella radial de la provincia de Pinar del Río está escrita con el esfuerzo de locutores, técnicos y periodistas, actores y guionistas.

Muchos de ellos graduados en el colegio nacional de operadores de radio, después de mucho esfuerzo personal para sufragar los estudios y, sobre esos pilares, se sustenta la historia radial pinareña.